Investigación Puerto Madero: Al borde de un ataque de nervios

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Transitar por las calles del barrio es una aventura donde hay que sortear obstáculos. Los vecinos ya no soportan esta situación y piden dejar de ser una playa de estacionamiento.


Aunque fue uno de los barrios más relegados por ser el puerto de la ciudad desde 1882, Puerto Madero es, hoy, el lugar principalmente elegido por aquellas personas de alto poder adquisitivo que quieren liberarse del caos y la inseguridad de la “otra” Buenos Aires. Sin embargo, algunos problemas comienzan a afectar la tranquilidad.
Encontrarse en este elegante barrio es sentirse como en un país del primer mundo. Algunos le llaman el “Miami argentino”. Así lo expresó Rubén, el guardaparques de la reserva ecológica. Con esplendorosos edificios; nuevas construcciones; enormes espacios verdes donde los vecinos deciden pasar sus tardes para disfrutar del sol, y seguridad exclusiva otorgada por la Prefectura Naval hace que la gente viva, allí, otra realidad. Las personas prácticamente ya no tienen que salir de Puerto Madero porque está acondicionado para poder realizar todo tipo de tareas, desde cortarse el pelo hasta retirar dinero del banco. Las compras ya no son un problema. Todo se elige y compra a través de Internet y una camioneta directamente lleva los productos a la puerta de cada casa.
Pero no todo es perfecto en el “Miami argentino”. El tránsito es el conflicto más importante de la zona. Gabriel (55), un vecino del barrio, fue muy claro y dijo: “Estacionar es un infierno”. El ingreso y egreso hace volver loco a más de uno durante la semana. Como el estacionamiento es gratuito todos aquellos que trabajan en el microcentro deciden, día tras día, que la mejor opción para dejar sus autos es Puerto Madero. Pero para esos trabajadores estacionar no es un problema. Esto se observa en lo que señaló Javier (35), empleado administrativo en lazona: “Siempre hay lugar para estacionar”. Por supuesto no sufre como los vecinos. Ya que las únicas entradas a este barrio son mediante los cuatro puentes ubicados sobre los diques, en horas pico transitar por el lugar es una odisea. A esto se suman las malas señalizaciones de los bulevares que hacen que la gente comience a dar vueltas sin saber cómo salir de ese embrollo, convirtiéndose en una detestable calesita.
La Asociación de Vecinos de Puerto Madero, presidido por Daniel Roberto Marte, dijo quesu reclamo está basado en la permanente ocupación del espacio público en la zona. Puntualmente y referido a los vehículos, Marte explicó: “nos preocupa el hecho de ser la playa de estacionamiento del microcentro”. Y añadió que esto genera una ocupación de la totalidad de las calles durante 10 o 12 horas perjudicando a los a los vecinos que no pueden conseguir un espacio durante el día ya que la ocupación es permanente. Asimismo, señaló: “El comercio no tiene posibilidades de contar con lugares para clientes o estacionamientos transitorios ya que no existen en la zona playas de estacionamiento”.
Como solución la Asociación cree que sería bueno contar con espacios de estacionamientos por tiempo reducido que permitan la rotación de los vehículos. Marte dijo: “Otra posibilidad sería colocar parquímetros o algún otro sistema como hay en cualquier parte de la ciudad”. Esto debería ser con restricciones de horarios de modo que permita un recambio y una movilidad suficiente para que todos puedan acceder a esos lugares.
A su vez los edificios, en su mayoría, tienen menos cocheras de las necesarias, no hay estacionamientos pagos ni de cortesía y los restaurantes, bares, peluquerías y demás negocios sólo cuentan con el acceso peatonal.
Estos inconvenientes son causados por el gran crecimiento que tuvo el barrio en estos últimos años, unido a la poca previsión que se tuvo en el momento de crear estacionamientos para satisfacer las demandas del microcentro. Los vecinos tienen un serio problema al momento de dirigirse a las autoridades ya que no saben a quién corresponde cada tema. Pueden elegir entre acercarse a la Corporación Antiguo Puerto Madero (encargados de urbanizar el barrio), al Gobierno de la Ciudad y sus múltiples ministerios, o a la Prefectura Naval Argentina.
Se buscaron respuestas en los funcionarios del Gobierno de la Ciudad pertenecientes al Ministerio de Desarrollo Urbano. Eduardo Moreno, subsecretario de transporte dijo, con un tono de molestia: “La ubicación o no de parquímetros en Puerto Madero depende en principio de la decisión de la Corporación, y de encarar el proceso de licitación. Pero por el momento no está previsto”. Esto permite vivir en carne propia el dilema que tienen los vecinos. Según la respuesta de Moreno es necesario dirigirse a la Corporación. Pero ésta tampoco quiso resolver la inquietud.
El director general de Tránsito, Oscar Fariña, habló en noviembre con varios medios del país y dijo que la medida sobre colocar parquímetros en Puerto Madero sería evaluada pero que todavía no había una decisión tomada. El funcionario explicó que como parte de un proyecto para mejorar el transporte de la Ciudad se decidió desestimular el uso de autos mediante la extracción de parquímetros y la construcción de nuevas playas de estacionamiento.
Los vecinos siguen esperando respuestas más concretas que solucionen su problema. Y aunque vivir en Puerto Madero es vivir en una burbuja, esa burbuja, parece, está a punto de explotar.








Viveza argentina





Con el problema para estacionar y transitar que hay en Puerto Madero aparecen muchos que se aprovechan de la situación. Desde hace un tiempo hombres y mujeres se adueñaron de calles y avenidas del barrio para cobrar por el estacionamiento. Son cuidacoches ilegales que invaden el espacio público, utilizan los bulevares para estacionar más autos y hacer más rentable su trabajo y cobran sin autorización.
Como los policías y las autoridades del gobierno saben que esta actividad está prohibida intentan sacar a estas personas del lugar. Tarea que se les hace imposible porque ellos vuelven y porque, además, no pueden hacer nada hasta que no los vean en el momento en el que reciben el pago.
Tanto los vecinos como todos aquellos que trabajan en las inmediaciones de Puerto Madero temen represalias en su contra si deciden no pagar a estos cuidacoches. De esta manera lo expresó Jorge, un empleado de la zona de 63 años: “Joroban los pibes que te manguean y si no les das nada te rayan el auto”.








Proponiendo soluciones

Las autoridades, que intentan resolver de alguna manera el conflicto del tránsito en Puerto Madero, decidieron proponer algunos proyectos.
La idea es crear una autopista enterrada. Para lo cual se realizaría una traza desde la calle Brasil hasta la avenida Ramos Mejía, por la avenida Alicia Moreau de Justo. La autopista sería de varios kilómetros y con una sola salida. Pero esto sólo instaurará un nuevo punto conflictivo.
Ya en 1997 se presentó un proyecto de autopista ribereña con traza semi enterrada y un túnel en dársena Norte. Mediante esta autopista se resolvería el problema y permitiría unir el acceso sur con el norte y entrar a Puerto Madero desde atrás por la parte inferior de la Reserva Ecológica. Pero justamente por esta razón el proyecto fue suspendido ya que hubo una gran oposición de los ecologistas.
Es probable que se siga pensando en posibles soluciones pero, se sabe, no van a llegar a la brevedad.



Por: Julieta Cadavid

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